Apenas Calles y Obregón se enteraron que estaba preso el P. Pro, ordenaron que él, sus hermanos y los verdaderos autores del atentado, fueran pasado por las armas el 19 de noviembre a la 6 de la mañana. Así lo dijo el Mayor Torres “Mañana tendremos Carnitas” 

Calles solo piensa en herir el sentimiento católico y opta porque se levante un acta policiaca de información, como base para una acción criminal ante los tribunales.

Consciente de su labor a favor de los necesitados, el P. Pro comentaba: “…La revolución es un hecho; las represalias, sobre todo en México, serán terribles; los primeros serán los que han metido las manos en la cuestión religiosa, y yo…  metido hasta el codo.”