Eran las 10.30am cuando el P. Pro cayó suavemente sobre su costado derecho. El Dr. Horacio Cazale del Servicio Médico de la policía, se acercó a dar fe de su muerte, pero indicó que aún vivía. El sargento de la escolta le dio el tiro de gracia con la carabina. 

“Hay sujetos que servirían mucho el día de mañana y conviene que se conserven y se cuiden, pero… ¿Tipos como yo?

—P. Miguel Agustín Pro Juárez, SJ