Los restos del Padre Pro fueron trasladados del panteón de Dolores a la Parroquia de la Sagrada Familia el 20 de diciembre de 1984 y reposaron durante mucho tiempo en una capilla especial dentro de la parroquia.

“Debemos persuadirnos, con humildad, de que somos jefes en nombre de la Iglesia, no sólo en materias religiosas, sino también en cuestiones sociales. Debemos formar la opinión, ensanchar los horizontes, mirar por el futuro”