Línea del tiempo

Infancia y formación religiosa
1891
Nace José Ramón Miguel Agustín Pro Juárez
Nace José Ramón Miguel Agustín Pro Juárez

José Ramón Miguel Agustín Pro Juárez, nació el 13 de enero de 1891 en la población minera de Guadalupe, Zacatecas, a las 2:15 de la tarde, y fue bautizado el día 16.

Fue el tercero de 11 hermanos. Su padre se llamaba Miguel, y su madre Josefa, ambos muy buenos cristianos.

A fines de 1891 pasó la familia a la Ciudad de México, y en 1896 a Monterrey. En 1898 se trasladó a Concepción del Oro, Zacatecas.

Cuando llegaba el día de la raya de los mineros, iban a cobrar a casa de los Pro y Miguelito les decía: ¡Adelante muchachos! ¡ yo también soy barretero! (es decir, minero). Los barreteros lo levantaban a hombros y le gritaban vivas.

1898
Primera Comunión

Doña Josefa, se encargó de todos los preparativos y la fiesta se dio cuando Miguel ya tenía los 7 años. Hubo una coincidencia, pues el Sr cura, don Mateo Correa, quien le dio la comunión al pequeño Miguel, sería un futuro mártir, muerto el 6 de febrero de 1927.

Además de la primera comunión, era el cumpleaños de Doña Josefa, por lo que fue un día de júbilo en el hogar.

De ese tiempo se recuerda lo dicho por el pequeño Miguelito: “Mamá, ¡yo quiero ir a una procesión que no se acabe nunca!

1911
Ingreso al Noviciado
Ingreso al Noviciado

En ese tiempo soporta como muchos jóvenes de su edad las crisis de noviazgos y mal carácter, y después de unos Ejercicios Espirituales, siente el acicate de la vocación religiosa. 

Madura lentamente su decisión con altibajos de fervor y tibieza ayudado por la Madre Julia Navarrete y por el Padre Alberto Mir, S.J. 

Siguiendo el ejemplo de sus dos hermanas mayores, ya religiosas, decide ingresar al Noviciado de la Compañía de Jesús en El Llano, Mich, el 10 de agosto de 1911 a la edad de 20 años.

El joven Miguel expresaba su emoción al sentir el llamado de Dios: “Mi vocación es cierta!¡Seré religioso a pesar de todos los obstáculos! ¡Hablaré con mi confesor y pediré mi admisión a la Compañía de Jesús!”

1913
Pide hacer sus votos de bienio

Con las ceremonias usadas se verificó el acto. Y el 16 de agosto amaneció el Hno. Pro hecho Junios y en el Juniorado. En los archivos de la compañía se ha conservado la fórmula de sus votos: Me confirmo en lo que prometí.

Uno de sus compañeros de noviciado haría memoria sobre la personalidad del Hno. Miguel: “En este novicio pronto se descubrían dos Pro: el bromista, que alegraba los recreos y al hombre  de vida interior profunda” 

1914
Se desmiembra el noviciado de El Llano, Michoacán

Permaneció el Hno. Pro  en el Juniorado un año exacto, pues un año después fue necesario disolver la comunidad a causa de las incursiones de los revolucionarios carrancistas.  El noviciado en el Llano, Michoacán,  se desmiembra. Se descuelga el cuadro, Reina Madre de los Novicios. 

A las 7 de la mañana del día siguiente, parten para el desierto. El grupo de los hermanos Campos, Cavero, Rios  y Pro, parte hacia Zamora. 

Con nostalgia el Hno. Pro comentó lo que ocurrió ese día:

El P. Maestro sube al altar; con grave continente nos dice  que es menester huir, y nos da sus consejos para la vida de aventuras que va a comenzar.

Los novicios emigran a Estados Unidos

Llegado el momento de despedirse, deja California, vía El Paso, y llega a Nueva Orleans. Se embarca en Key West, haciendo escala en la Habana y Nueva York, camino a Cádiz. A finales de Julio llega a Granada, España y permanece 5 años dedicado a la filosofía y retórica.

Desde los primeros días empezó una cruz que le duraría toda su vida: la incomprensión de no pocos, respecto a sus chistes y bromas.

Se aplicó con todas sus energías al estudio que era lo único que Dios le pedía. Nunca sería hombre de ciencia, letras o de artes. Su mirada estaba fija en otro ideal muy superior: ser padre para los pobres, obreros y huérfanos.

Siempre optimista ante las adversidades, el Hno. Pro  se animaba diciendo:

Me gusta ponerme en toda clase de  dificultades para ver como salgo de ellas. México necesita hombres que a todo le hallen salida”.

1915
Partida a Granada, España
Partida a Granada, España

Llegado el momento de despedirse,  deja California, vía El Paso, y llega a Nueva Orleans. Se embarca en Key West, haciendo escala en la Habana y Nueva York, camino a Cádiz. A finales de Julio llega a Granada, España y permanece 5 años dedicado a la filosofía y retórica.

Desde los primeros días empezó una cruz que le duraría toda su vida: la incomprensión de no pocos, respecto a sus chistes y bromas.

Se aplicó con todas sus energías al estudio que era lo único que Dios le pedía. Nunca sería hombre de ciencia, letras o de artes. Su mirada estaba fija en otro ideal muy superior: ser padre para los pobres, obreros y  huérfanos.

Siempre optimista ante las adversidades, el Hno. Pro se animaba diciendo: “Me gusta ponerme en toda clase de  dificultades para ver como salgo de ellas. México necesita hombres que a todo le hallen salida”.

 

1920
Llegada a Granada, Nicaragua.

Terminando sus estudios de Filosofía en España, llega a Granada, Nicaragua para sus 2 años de magisterio, “los años más difíciles” en palabras del mismo Hno. Pro.

Llegó al Colegio  Centro América del Sagrado Corazón, el cual estaba a media construcción. No tenia enladrillado, y los salones y oficinas tenían piso de tierra. La maleza tropical llegaba a las paredes y alimañas grandes y pequeñas se mostraban continuamente, algunas veces eran  alacranes, otras víboras o mosquitos diminutos que estaban por todos lados, esto, aparte del extremo calor tropical.

Tuvo a su cargo a los más pequeños y la vigilancia de los externos y semi-internos. A la una de la tarde, bajo pleno sol se le veía jugando y saltando con los niños para distraer a los que notaba tristes.

A veces, se retiraba discretamente  a su cuarto, para sufrir en soledad los dolores de estómago que no lo dejaban, y después regresaba animoso y alegre.

Según el Hno. Pulido: aparte de muchos trabajos y padecimientos el Hno. Pro tuvo que cargar con ingratitudes, falsas acusaciones, penas mortales, contrariedades de todas clases, y sin embargo conservó la alegría…

1922
El Hno. Pro llega a Sarriá, España

A mediados de 1922, y después de 2 años en Nicaragua, recibe la orden de partir al Colegio de San Ignacio en Sarriá, España.

El Hno. Pro se dedicó a los estudios teológicos y muy pronto llegó a ser uno de los más consultados de entre sus condiscípulos, en cuestiones prácticas de moral.

Pero su enfermedad del estómago recrudecía. Durante su segundo año pasó días en el lecho. Con todo, pidió ser ayudante del Hno. Procurador, quien atendía las necesidades de menesteres de los 92 teólogos ahí reunidos, tarea nada liviana.

Pro le preguntó a un compatriota mexicano en Barcelona: ¿le parece a Ud., hablando a fondo y fraternalmente, que podre yo servir para algo en la Compañía?” – El compañero le respondió- Pienso que para mucho, no olvide nunca a los obreros..”

1924
Ejercicios Espirituales en Manresa
Ejercicios Espirituales en Manresa

El entonces P. Provincial de México, el P. Crivelli visitó Sarriá, y lleva noticias de lo que ocurre en México, en concreto en Orizaba donde los comunistas llegaban al colmo, pues mediante señales con cohetes daban aviso de la presencia de un sacerdote, para después matarlo, y con valor comenta que a pesar de ello había decidido no cerrar la residencia y que necesitaba algún sacerdote joven decidido al martirio. 

El Hno. Pro de inmediato se ofrece: ¡Padre, aquí estoy yo! A lo que el Provincial dijo: ¡Veremos si da la medida!

Así, con la certeza moral de que sus  Superiores le enviarían a Francia o Bélgica para su preparación en el campo obrero, concibió el plan de acudir a  Manresa  para hacer sus ejercicios espirituales.

Al regreso de sus Ejercicios, recibe carta del P. Crivelli, indicándole que al final su curso, tendrá  que partir a Bélgica para irse entrenando en su futuro apostolado.

Estando en Manresa, recuerda a su mamá y le envía un apostal:  Mi querida mamacita en esta postal verá la cueva donde San Ignacio escribió los Ejercicios…

Plutarco Elías Calles hace declaraciones contra los sacerdotes
Plutarco Elías Calles hace declaraciones contra los sacerdotes

En su gira de propaganda por la presidencia Calles declara: “Soy enemigo de la casta sacerdotal que ve en su posición un privilegio y no una misión apostólica. Soy enemigo del cura político, del cura intrigante, del cura explotador… Yo declaro que respeto  todas las religiones mientras los ministros de culto no se mezclen en las contiendas políticas con desprecio de nuestras leyes…”

El Hno. Pro se limitaba a decir: “¿Para qué vamos a predicar contra lo que no tiene remedio? Dejemos eso a seglares a ver si le encuentran compostura. Creo que es con mucho, preferible dedicarse a hacer el bien a los pobres; y si por esto nos amuelan que sea por puro hacer el bien.”

El Hno. Pro deja España y se dirige a Bélgica

El Hno. Miguel Pro y el  Hno. José Amozurrutia, partieron rumbo a Bélgica. Un buen sector de teológicos y compañeros mexicanos, sentían como si algo muy propio se les hubiera ido.

En Enghien, los Hermanos encontraron una comunidad de 130 jesuitas, provenientes de Francia y 15 rincones del mundo, y el latín era el único medio común para comunicarse.

El tiempo en el que llegaron ya era frio, pero faltaba lo peor: el invierno. 

El Hno. Pro tirita, se encoge, sufre y se aguanta. Pero  aquello no era aguantarse, sino tomar delantera al sacrificio.

Después del martirio del P. Pro, sus compañeros expresaron: “Un santo se había marchado del colegio y parecía hacer falta aquella sobrenatural alegría y optimismo. ¡Si hubiéramos sospechado que además iba a ser un mártir de Cristo Rey!

1925
El Hno. Pro recibe noticias sobre su ordenación

Es a finales del invierno que pasa días desolados, de desaliento, tristeza y temor. 

Es en este tiempo cuando se pregunta si sus superiores lo juzgarán digno de ser promovido al sacerdocio. 

Repasa uno a uno los años de su vida religiosa, sobre todo los pasados en Nicaragua y acaba de persuadirse que verosímilmente su ordenación será diferida.

Exteriormente está alegre, pero por dentro, la angustia le consume. No pudiendo más, escribe a su antiguo P. espiritual en Nicaragua, el P. Portas. Esa carta está fechada en marzo de 1925.

Es justamente en esos momentos cuando el P. Crivelli escribía al Hno. Pro, comunicándole la noticia de la concesión de las Sagrada Ordenes. Se le saltaron las lágrimas y corrió al Sagrario. Larguísimo fue el rato  de conversación con el sacerdote Eterno ahí presente.

Escribe el Hno. Pro al P. Portas: “Alégrese conmigo y ayúdeme con sus santos sacrificios y oraciones a dar gracias a Dios por este nuevo favor y alcanzar de Él que me prepare mejor para recibir tan gran Sacramento

Calles funda la Iglesia Católica Apostólica Mexicana
Calles funda la Iglesia Católica Apostólica Mexicana

A dos meses y medio de que Calles asumiera su posición como presidente, estalló un movimiento cismático, encabezado por  Joaquín López Budar “El  Patriarca Pérez” quien formó, con apoyo de Luis N. Morones, máxima autoridad de la Confederación Regional Obrera (CROM),  la Iglesia Católica Apostólica Mexicana, separada de Roma.

Luis N. Morones buscaba congraciarse con Calles y amedrentar al Papa, haciéndole ver que con el gobierno mexicano nadie jugaba, y para ello apoyó a López Budar creando un grupo de choque  “Los Caballeros de la Orden de Guadalupe” conformado por obreros afiliados a la CROM que estaban destinados a proteger al “Papa Mexicano” Por su parte, López Budar tenía una larga vida de disidente e inconforme ante sus superiores.

El entonces Arzobispo de México, Mons. José Mora y del Río comentó sobre ese hecho: “Para detener la marcha triunfal de la Iglesia Católica, se requieren hombres de talento, de mayor estatura, cualidades de las cuales carece José Joaquín Pérez Budar

El Hno. Pro recibe el permiso de ir a Charleroi, Bélgica

Feliz por su próxima ordenación, el Hno. Pro obtuvo de sus Superiores el permiso de ir al Charleroi y ver con sus ojos las miseria de los obreros y darse cuenta de sus necesidades. Va con ansias de aprender, lo acompaña el Hno. José Amozurrutia.

Sin vacilar se sube a un tren donde los obreros viajan en vagones destinados para ellos. Los mineros sorprendidos, los miran en silencio.

Uno de ellos dice:

—Señor cura. ¿Sabe usted a dónde ha venido a caer?

—”No, pues, ¿en dónde?

—”Nosotros somos socialistas

—”¡Ah! Entonces he caído bien, pues yo también soy socialista”. Respondió el Hno. Pro

Entran en conversación de manera singular y el H. Pro además declara ser comunista y para demostrarlo dice al minero: “¡Todos los bienes son comunes! Y yo no he comido hoy, de modo que vengan esos alimentos que llevas.

Se ríen los obreros, se hacen amigos. Incluso le regalan una caja de chocolates. Al bajar todos le quieren estrechar la mano.

El Hno. Pro comentaba sobre Charleroi: “¿Obreros? ¡No! Aquello no es un pueblo, son dos, o tres. Eso sí: Todos socialistas, que no saludan o se ríen de las sotanas.